Historia de las coyotas en Hermosillo: el postre típico de Sonora
Las coyotas son un postre típico de Hermosillo, Sonora, que se ha convertido en una delicia muy popular en la región. Estas galletas rellenas tienen una larga historia y son consideradas un símbolo culinario de la ciudad. En este artículo, exploraremos la historia de las coyotas en Hermosillo, desde su origen hasta su popularidad actual.
- Origen de las coyotas
- La receta original adaptada a Hermosillo
- Comienzo de la venta formal de las coyotas
- El nombre "coyotas"
- Las coyotitas, las vendedoras de coyotas
- El negocio familiar de las coyotas
- Exportación de coyotas a Arizona
- La receta secreta de las coyotas
- Variedades de relleno de coyotas
- Las coyotas como postre tradicional
- Receta de coyotas de piloncillo
- Disfrutando las coyotas
Origen de las coyotas
La receta de las coyotas fue obtenida por doña María Ochoa González de su vecina Agustina de Araiza, de origen español. Agustina había traído consigo la receta de su país de origen y la compartió con doña María. Esta receta original se adaptó a los ingredientes disponibles en Hermosillo, como harina de trigo, manteca y piloncillo.
La receta original adaptada a Hermosillo
La receta original de las coyotas se adaptó a los ingredientes disponibles en Hermosillo, lo que resultó en una versión única de este postre. En lugar de utilizar los ingredientes tradicionales españoles, como la harina de almendra y la manteca de cerdo, se utilizaron harina de trigo y manteca vegetal. Además, se incorporó el piloncillo, un tipo de azúcar moreno, para darle un sabor distintivo a las coyotas.
Comienzo de la venta formal de las coyotas
En 1953, doña María Ochoa decidió comenzar a vender las coyotas de manera formal en Villa de Seris, una comunidad cercana a Hermosillo. Con la ayuda de su familia, comenzó a hornear y vender las deliciosas galletas rellenas. La demanda fue tan alta que pronto tuvo que expandir su negocio y comenzar a vender las coyotas en Hermosillo.
El nombre "coyotas"
El nombre "coyotas" proviene de las hijas de indias con españoles, a quienes se les llamaba "coyotitas". Estas mujeres eran conocidas por su belleza y habilidades culinarias, y se dice que fueron las precursoras de las coyotas. Con el tiempo, el nombre se acortó a "coyotas" y se convirtió en el nombre oficial de este postre.
Las coyotitas, las vendedoras de coyotas
En los primeros años de la venta de las coyotas, las hijas de doña María, conocidas como las "coyotitas", se encargaban de vender las galletas por las calles de Hermosillo. Estas jóvenes llevaban canastas llenas de coyotas y recorrían los vecindarios ofreciendo su delicioso producto. Su presencia se convirtió en un símbolo de las coyotas y contribuyó a su popularidad.
El negocio familiar de las coyotas
El negocio familiar de las coyotas ha persistido hasta la fecha. La familia Ochoa continúa cocinando cientos de coyotas cada día en hornos de ladrillo en el patio de su casa. La receta original ha sido transmitida de generación en generación y se mantiene como un secreto familiar. Las coyotas de la familia Ochoa son conocidas por su sabor único y su textura crujiente.
Exportación de coyotas a Arizona
La popularidad de las coyotas ha trascendido las fronteras de Sonora. Muchos sonorenses que viven en el estado de Arizona, Estados Unidos, han llevado consigo el amor por las coyotas y han comenzado a exportarlas a esta región. Hoy en día, se pueden encontrar coyotas en tiendas y restaurantes en Arizona, donde son apreciadas por su sabor auténtico y su conexión con la cultura sonorense.
La receta secreta de las coyotas
La receta de las coyotas de la familia Ochoa es un secreto bien guardado. Aunque se conocen los ingredientes principales, como la harina de trigo, la manteca vegetal y el piloncillo, la proporción exacta y los pasos específicos de la receta se mantienen en secreto. Esto ha contribuido a la exclusividad y autenticidad de las coyotas de la familia Ochoa.
Variedades de relleno de coyotas
Aunque la receta original de las coyotas lleva piloncillo como relleno, en la actualidad existen muchas variedades de relleno disponibles. Muchos comerciantes en la región replican las coyotas y ofrecen diferentes opciones de relleno, como jamoncillo, cajeta, manzana, piña, guayaba, crema de avellanas con chocolate, membrillo, fresa, entre otros. Estas variedades han ampliado la oferta de coyotas y han permitido a los amantes de este postre disfrutar de diferentes sabores.
Las coyotas como postre tradicional
Las coyotas se han convertido en un postre tradicional en Hermosillo y en toda la región de Sonora. Son el complemento perfecto para cerrar una comida, especialmente una carne asada, que es una especialidad de la región. Las coyotas se disfrutan tanto en ocasiones especiales como en el día a día, y son apreciadas por su sabor dulce y su textura crujiente.
Receta de coyotas de piloncillo
A continuación, te presentamos una receta básica para hacer coyotas de piloncillo en casa:
Ingredientes
- 1 taza de agua
- 1 taza de piloncillo rallado
- 4 tazas de harina de trigo
- 1 taza de manteca vegetal
- 1 cucharadita de polvo para hornear
- 1 pizca de sal
- 1 huevo
- Azúcar para espolvorear
Procedimiento
- En una olla, calienta el agua y el piloncillo rallado hasta que se disuelva por completo.
- En un tazón grande, mezcla la harina de trigo, la manteca vegetal, el polvo para hornear y la sal.
- Agrega el jarabe de piloncillo a la mezcla de harina y manteca. Amasa hasta obtener una masa suave y homogénea.
- Divide la masa en porciones pequeñas y forma bolitas.
- Estira cada bolita de masa con un rodillo hasta obtener un disco delgado.
- Coloca una cucharada de piloncillo en el centro de cada disco de masa.
- Dobla los bordes de la masa sobre el relleno y presiona con un tenedor para sellar.
- Haz agujeros en la capa superior de masa con un tenedor.
- Barniza las coyotas con huevo batido y espolvorea con azúcar.
- Coloca las coyotas en una bandeja para hornear y hornea a 180°C durante 20-25 minutos, o hasta que estén doradas.
- Deja enfriar antes de disfrutar.
Disfrutando las coyotas
Las coyotas son mejor disfrutadas una vez que se enfrían por completo. Su textura crujiente y su sabor dulce hacen de este postre una delicia irresistible. Puedes disfrutarlas solas o acompañarlas con una taza de café o un vaso de leche. Ya sea que las compres en una tienda local o las prepares en casa, las coyotas son una experiencia culinaria única que te transportará a la tradición y el sabor de Hermosillo.
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